Me miro a través del espejo y me observo.
Mi mano junto a su reflejo; me abrazo a mí misma y pienso en el tiempo.
Qué bella es la vida cuando sé que me tengo, cuando me cuido y escribo sobre ello.
Es difícil aceptarse cuando nos insisten en el rechazo.
Nos enseñan a odiar nuestros complejos, y a querer deshacernos de lo imperfecto.
Y yo me pregunto: ¿Qué es perfecto? ¿Qué es normal?
Yo no soy nada de eso.
Me miro en el espejo y a través de un brillo en mis ojos, me veo.
Poco a poco voy aprendiendo a querer cada parte de mí, aunque pretendan no enseñarme a hacerlo.
Sí, me quiero. ¿Por qué no?
Mírate, observa tu cuerpo. La belleza de lo que llaman incorrecto.
Jamás volverá a importarte nada de lo que se diga, si tú estás segura de ti misma.
Confía.
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